viernes, 28 de octubre de 2011

Poderoso caballero es don Alfredo (crónica de un indulto anunciado)

Os proponemos un juego muy fácil: vamos a buscar páginas web que hablen de una determinada noticia. Basta con teclear en nuestro buscador favorito:
alfredo saenz indulto Caamaño
Alfredo Sáenz es el vicepresidente segundo y consejero delegado del Banco Santander y en los años 2006 y 2009 fue el directivo bancario mejor pagado de España. Caamaño es el apellido del actual ministro de Justicia. Indulto es la potestad que nuestras leyes conceden al Consejo de Ministros para eximir a los delincuentes condenados de cumplir su pena. Lo que estamos buscando son unas declaraciones del pasado miércoles 26 de octubre en las que el ministro de Justicia informó de que el Gobierno estudiaría «lo antes posible» el indulto al número dos del Santander.
Pocos minutos antes de publicarse este post, esa búsqueda arrojaba 158.000 resultados, cifra que se reduce a menos de la mitad si limitamos la búsqueda a las páginas publicadas en los últimos cuatro días. Si uno bucea entre esos resultados, comprobará que tiene que avanzar muchas páginas –pero muchas– para encontrar algún enlace a medios como El Mundo, El País, Público o la Cadena Ser. En cambio, las ediciones online de La Vanguardia, ABC, Cinco Días, El Economista, El Confidencial, 20 Minutos o de agencias como Europa Press o Reuters aparecen en la primera página de resultados. Curioso, ¿verdad? Pues resulta aún más chocante si tenemos en cuenta que las declaraciones que buscamos se realizaron ante los micrófonos de la Cadena Ser. ¿Alguien puede creer que sea casualidad?
Sáenz fue condenado en 2009 por la Audiencia Provincial de Barcelona a seis meses de cárcel y 9.000 euros de multa por los delitos de acusación y denuncia falsas cometidos durante su época de máximo dirigente de Banesto, en 1993. La sentencia considera probado que Sáenz, teniendo «conocimiento de que los hechos imputados no eran ciertos», formuló denuncias y acusaciones falsas «contra personas físicas que nada debían, con el único propósito de recuperar unos créditos». En marzo de este año, el Tribunal Supremo confirmó el fallo de la APB, aunque rebajó la pena a tres meses de arresto y suspensión en el cargo. Dieciocho años después de cometidos los delitos, y siete meses después de que el alto Tribunal dictara su sentencia, Sáenz está a solo un paso de irse de rositas, gracias a la gracia del Gobierno.
¿De qué Gobierno? Es de suponer que de este no, a pesar de las palabras de Caamaño. Lo lógico es que el candidato R se oponga con todas sus fuerzas. Sobre ese indulto hay dos informes técnicos elaborados por la Fiscalía y por el propio TS. El primero es favorable al indulto; el segundo es desfavorable. Por si acaso, desde el Pepé ya afirman –según El Confidencial Digital– que abordarán este asunto sin prisas y sin tener en cuenta los informes del actual Ejecutivo. Es más, de prosperar el recurso que Sáenz tiene planteado ante el Tribunal Constitucional (un consejero delegado de uno de los mayores bancos del planeta no debe reparar en gastos), la cosa puede demorarse todavía algún año más. Total, no hay prisa: los hechos que motivaron la condena ocurrieron hace casi dos décadas…
El caso es que, muy probablemente, el Gobierno que salga de las urnas el próximo 20N va a tener la oportunidad de demostrar a la ciudadanía el «escrupuloso respeto por las decisiones judiciales» que nuestra clase política dice tener. Todo el mundo preparado para oír sandeces de este estilo:
Versión puñorrosada: «El Gobierno ha tenido en cuenta el informe favorable de la Fiscalía y ha tenido también presentes, desde luego, aunque no las comparta, las observaciones del Supremo. Este Gobierno siempre ha tenido un profundo respeto por las decisiones judiciales, pero una cosa son las sentencias o los autos de un Tribunal, y otra bien distinta las recomendaciones que ese mismo Tribunal pueda plasmar en un informe meramente consultivo».
Versión azul gaviota: «El Gobierno ha tomado una decisión que, seguramente, debió haberse tomado hace años, pero que otros aplazaron. Se ha tenido en cuenta la distancia temporal con los hechos juzgados en su día, y sobre todo se han tenido en cuenta la brevedad de la condena y el hecho de que el señor Sáenz, al carecer de antecedentes, en ningún caso habría ingresado en prisión».
O eso, o el Santander deberá buscar un consejero delegado para tres meses.
Y ahora, invitamos al personal a abrir la Constitución española por el capítulo segundo, artículo 14, y a leer en voz alta, sin reír ni sonreír y sin pronunciar palabras malsonantes:
«Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».

Red Kite, octubre 2011.

Nota: Aquellas personas interesadas en hacer algo –aunque solo sea ruido– al respecto, pueden apoyar con su firma la campaña contra el indulto en:

.  .  .  .  .  .  .  .  .  .


<< ENTRADA ANTERIOR                                                  ENTRADA SIGUIENTE >>
El coronel no tiene quien le llore                                     Cuarto y mitad de escaño


Texto disponible bajo licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0

No hay comentarios:

Publicar un comentario